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Historia docente de "película " 

Me llamo Marta Velázquez  Alonso y soy profesora de Biología y Geología y Física y Química en 3º y 4º ESO.

En este blog quiero compartir las experiencias que llevo al aula,  así como mis reflexiones y aprendizajes personales.

Ante todo,  soy una apasionada de la educación de adolescentes y de la biología y esta profesión me regala unir ambas.

Miro hacia atrás y reconozco el cambio educativo que se ha dado en este país en mi propia historia docente.   He aprovechado  algunas películas para poner titulares a las diferentes fases que he vivido como profesora. No porque crea que mi historia es de "película", sino porque ellas me son de utilidad para expresar las características de los momentos vividos. 

 Fase Teniente  O'Neil

Sí, di clases “magistrales” a la antigua usanza, a golpe de tiza, pizarra y apuntes manuscritos a mano, con alumnos sentados individualmente mirando a la pizarra y donde el miedo era la mejor emoción a inspirar en un alumno. En un Centro en el que trabajé los alumnos me apodaron “La teniente O’Neil” en honor a la protagonista de la película del mismo título (1997) .  Ni qué decir tiene que la dureza, la exigencia y la inflexibilidad formaban parte de esta protagonista y, probablemente, de la imagen que quería transmitir a mis alumnos. Creo que lo conseguía…

 

En esta fase la exposición del profesor, el silencio y orden en el aula y el examen casi como único instrumento de evaluación eran las características dominantes. Ya se reflejaban en las programaciones aquello de "contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales", pero la realidad era que los conceptos ocupaban la mayor parte de la enseñanza. Por supuesto un alumno sabía si era capaz de demostrarlo en exámenes. 

De esta etapa conservo la tiza a ratos, la alta exigencia con el trabajo del alumnado y la autoexigencia de “ La O'Neil”

Fase  Avatar 

En esta etapa aparecen las inteligencias múltiples, la taxonomía de Bloom, el trabajo por competencias, los descriptores, los desempeños… Me siento como un Avatar, mezcla humano (modelo "Teniente O'Neil) y de Navy.

Reflexiono sobre mi práctica docente y empiezo a valorar, evaluar y dirigir mis materias hacia la adquisición y el desarrollo de las competencias, sin dejar atrás los famosos contenidos a los que me agarraba como una tabla de salvación… porque en el fondo “saber se tiene que saber” y hay  que mantener el “nivel”... Porque parecía que un examen único para todos los alumnos era una prueba objetiva para evaluar el aprendizaje. Todo el alumnado debía "aprobar" para demostrar que había aprendido... Como recientemente leía de un grande de esta profesión (@juanfisichar): "Como no sabemos evaluar lo importante, damos importancia a lo que evaluamos".  

El humano no se hace al cuerpo del Navy.

Son años confusos, de pruebas y errores, pero sin vuelta atrás. Reflejaría esta fase con dos imágenes de la excepcional película Avatar:  una cuando Jake Sully, uno de los protagonistas, se levanta en su nuevo cuerpo Avatar y  se libra de sus discapacidad en su cuerpo humano. Jake está liberado de su incapacidad para andar en su cuerpo humano, pero en esta nueva forma Avatar no se encuentra, no lo domina, no lo controla, no sabe como manejarse en él. Pero ya ha probado la liberación y yo, igual que él, he cambiado. 

La otra imagen, tras años de experiencia en el aula, es la imagen del Jake Sully corriendo a una gran velocidad en su nuevo cuerpo, sintiendo el poder, la fuerza y  la energía que le brindan esta nueva situación. 

De esta etapa me quedo con las inteligencias múltiples y la evaluación y trabajo por competencias y, sobre todo, con el desarrollo de la creatividad que me supuso el reto de diseñar tareas desde esta perspectiva. Era muy enriquecedor desarrollar tareas desde las inteligencias múltiples y las competencias y mi trabajo amplió horizontes, incluyendo nuevas herramientas de evaluación. Los alumnos ahora aprendían más y desarrollaban habilidades y destrezas que no hubieran desarrollado en la antigua fase.

Dejé de ser la Teniente O,Neil para convertirme en un Avatar

Fase   " La Red"  

En esta fase comienzo a hacer mis pinitos con las nuevas tecnologías. Parto desde un desconocimiento absoluto, más allá de los programas básicos para hacer documentos y exámenes, que le trasladaba a mis alumnos en papel, por supuesto.

En esta época el Centro en el que trabajo nos brinda la oportunidad de formación en competencia digital docente. Me siento como “el tonto motivado” y descubro el potencial de las herramientas digitales. Comienzo a aplicarlas con mis alumnos, creamos un blog de aula (cusevi y pemaco), y numerosas apps (líneas de tiempo en Toki- toki, presentaciones

 

con Canva, Documentos compartidos en drive, padlet, Symbaloo, canales privados de youtube, etc…) que me permiten ir centrando el aprendizaje en el alumno y descubriendo la tecnología digital como una  herramienta  esencial para dar cabida a la forma de aprender que quiero con mis alumnos.

Me siento como Ángela Bennet, protagonista de la película La red, en la que su existencia es borrada de los datos electrónicos y la sociedad la toma como Ruth Marx, una criminal, mientras que la verdadera Ruth Marx ha cogido su identidad y su existencia. Me siento perdida en un mundo digital desconocido, aprendo a base de horas de trabajo, videotutoriales y mucho ensayo y error.

Ruth Marx, la criminal, se ha adueñado de mi vida, va borrando los  datos que me identificaban como docente, donde todo me era conocido y dominaba y me lanza a un mundo inquietante y perturbador donde nadie me conoce en realidad.

De esta fase mantengo la humildad al reconocerme ante mis alumnos en aprendizaje permanente, el arrojo y la pérdida del miedo al demostrarme que la mejora continua sólo se consigue con formación continua y que el mundo digital en la educación ha venido para quedarse y constituye una herramienta idónea para el aprendizaje y el trabajo colaborativo de los alumnos. 

Fase   " Del Revés"   

Tras varios años dedicada a obtener el título de inglés de B2 (sería el único título que enmarcaría), llegan a mi vida la inteligencia emocional, la neuroeducación, el coaching educativo, el trabajo por proyectos, las rutinas y destrezas de pensamiento, el trabajo cooperativo, ABP, PBL, etc…

Leo y me voy formando sobre neuroeducación, inteligencia emocional y coaching educativo y tomo consciencia de la importancia de las emociones en el aprendizaje, del valor de la sorpresa, de lo inesperado, del pensamiento divergente y creativo,  de la relevancia del ejercicio, del sentimiento de pertenencia, de manada, de lo poda sináptica de la adolescencia, del riesgo de la reestructuración neuronal adolescente,... Y, como no, voy llevando experiencias al aula, que me van confirmando lo aprendido a nivel conceptual

A esta fase la llamo “ Del revés” porque supone hacer “del revés” a como venía haciendo. Introduzco experiencias de inteligencia emocional y coaching en el aula, desde la tutoría y desde el proceso de aprendizaje de mis asignaturas. Ello me proporciona un aula en, la cual, como en un laboratorio, voy probando, con criterio pero sin conocer el resultado, haciendo hipótesis que se validan o invalidan con el aprendizaje de los alumnos. No todo funciona, hay que pulir, modificar, rehacer... y volver a llevar al aula. ¡Un disfrute para alguien de ciencia y enamorada de la educación! 

Fase   " Up"   

Estos dos últimos años han sido muy especiales. Sigo mi introducción en las nuevas tecnología y, sobre todo, me compro un smartphone (puede sonar raro que no tuviera un smartphone antes… los alumnos se reían cuando sacaba el móvil para hacer fotos en clase) y me introduzco en las redes sociales  (Twitter). Ello ha dado un giro radical a mi vida profesional, porque me ha permitido contactar con profesionales increíbles, que realizan  unos trabajos espectaculares con sus alumnos y, sobre todo, dispuestos a compartir conocimientos, materiales, recursos y acompañar a cualquiera que quiera lanzarse por la vía de la innovación, la clase invertida y la gamificación. Yo los llamo “mis gurús” y serían tantos de los que aprendo que la lista sería interminable.. pero aquí quiero agradecer profundamente a  a Iñaki Fernández

(@eneko_fc), Juan Francisco Hernández Rodríguez

(@juanfisicahr), Isabel García Esteban (@IsabelGarcíasvp), Inma Mur (@InmaMur), Manuela Fernández (@ManoliFM), Geles Fernández (@iesifach), Carlos Gonźalez (@history_tpics), Martín García Valle

(@martingvalle).

Simultáneamente mi Centro hace una gran apuesta e instala GoogleforEdu , PC para los profesores en todas las aulas, y chromebookes para los alumnos...Todos los ingredientes para que me sienta como Carl Fredricksen, abuelito protagonista de “Up” cuando, tirado por miles de globos, levanta su casa y viaja a las Cataratas Paraíso.

Mis “gurús,  tantos profesionales excelentes, y el ánimo y apoyo desde la Dirección de mi Centro son los globos que tiran de mí y mi vieja casa y han provocado que pierda el pudor y las excusas para no compartir lo que hago, siempre mejorable, pero digno de ser compartido.

Me reconozco una aprendiz eterna pero ya tengo edad suficiente y años de experiencia a mis espaldas para saber que, tras la falta de  visibilización del propio trabajo, se puede esconder una importante resistencia al cambio, un ego poco sano, el miedo a ser criticado… Cuando nos ponemos "a tiro" todo puede ocurrir. Así como el viejito Carl Fredricksen he decidido agarrarme a los globos y volar a las Cataratas Paraíso.

Para finalizar, quiero compartir dos frases. La primera es de Célestine Freinet y está en mi mesa de trabajo desde el principio de mi vida como docente. Se ha convertido en una máxima que procuro seguir, convencida de que la dignificación de la profesión docente la construimos los docentes que, apasionados, acompañamos a los adolescentes en la encrucijada de caminos.

Esta otra frase me la presta la gran Marie Curie. Una gran certeza para llevar a la vida de un docente.

Espero y deseo que lo aportado aquí sea útil a alguien y nos sirva de lugar de enriquecimiento mutuo. 

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